Su hija padece de un raro
trastorno
y Eliza, la madre, pide a la sociedad más sensibilidad para los jovenes
destacables
y menos discriminación por el aspecto
física. Una circunstancia
que tuvo
que combatir
con
su chiquita
desde que nacio.
Una madre dio un relato sincero sobre su vivencia
con la maternidad, todo después
de padecer
el rechazo, la discriminación y el desencuentro al instante
que surgió
su hija. Para ella, era el instante
más feliz de su historia
, para otros, fue una sorpresa “poco agradable”.
Eliza J., es madre de una niña con un trastorno
poco habitual
, quien tomo la decisión de
comentar
por ella y por todas las mamás
que estuvieron
en la soledad de la maternidad cuando no es “perfecta” y que persigue a cientos de
mujeres en la actualidad
.
En reportaje con
Love What Matters, Eliza narró que
siempre quiso quedar embarazada, un sueño que compartía con su marido
. Por eso, tiempo luego
pudo
concebir a su niño recién nacido
y vivir un embarazo pleno y lleno de alegría.
De hecho, a lo largo de
la espera, todos ansiaban la llegada de la niña, a quien llamarían Hermosa
y donde todos hablaban de los aspectos
físicos que heredaría el niño recién nacido
, entre otras cosas
a quien se podría parecer. Una circunstancia
que de un instante
a otro, cambió completamente
.
Un mes antes de la fecha programada, Eliza rompió bolsa y eso le preocupó porque todavía
no poseía
las cosas listas, pero tomo la decisión de
ir al hospital de todos métodos
. Ya a lo largo de
el parto, empiezan
a ocurrir hechos raros
y notó que los doctores
hablaban bastante
.
Tomó 12 horas de trabajo hasta que Hermosa
por último
llegó al planeta
. Al verla por primera oportunidad
, notó que la oreja de su hija se encontraba
doblada y que era muy chiquita
, pero pensó que era habitual
, puesto que
había escuchado que los jovenes
nacen “arrugados”.
De manera rápida
, numerosos
expertos
entraron a conocer
a su hija y nadie le decía nada, todo hasta que eligieron
llevarla a cuidados particulares
. Fue en ese instante
que Eliza pidió ver a su niño recién nacido
y se derrumbó de emoción: más allá de que
había notado que era diferente, ella solo pretendía
darle
amor y cuidados.
Por último
, y después
de numerosos
métodos
doctores
, la chiquita
Hermosa
fue diagnosticada con el trastorno
de Treacher Collins, una dolencia
hereditaria que impide el avance
de algunos huesos y tejidos de la cara, lo que ordena
a los pacientes a someterse a una cirugía a una edad temprana.
Más allá de que
tanto Eliza como su marido
, hacen un esfuerzo períodico
por darle
la preferible
vida a su hija, la madre pide a la sociedad generalmente
que se tenga más sensibilidad, tanto para los padres como para los jovenes
particulares
. Ella afirma que
con el apoyo de
la gente
, la vida se regresa
muchísimo más
simple
.